viernes, 17 de junio de 2011

Primera cita!


Claro que cuando uno tiene que salir a la conquista de la dama que lo atrae hará todo lo posible por sorprenderla y ganar su simpatía. Pues bine, ésta era la voluntad de Cipriano Gorosito, un muchacho que no sabía muy bien como desenvolverse en cuestiones del amor, pero con mucho humor y una interesante urgencia por los placeres carnales.
Una tarde de enero, Cipirano decidió jugarse a todo o nada por el amor de Lupita, una colorada algo pecosa, de unos 17 años que al decir de su rostro, jamás le había visto la cara al misericordioso!
-Vamos, qué puedo perder?. Se dijo el muchacho envalentonado y salió disparado a la casa de Lupita con la propuesta en la boca. Al tocar timbre atendió su hermano y como era conocido en aquella casa lo invitó a pasar enseguida.
-Lupi, no querés ir a cenar conmigo esta noche?. Consultó Cipriano. -Claro!. Contestó ella, aunque sin entender demasiado, puesto que nunca antes habían ido a cenar y eso que llevaban ya mucho tiempo de amistad.
-Iremos a comer a la parrilla "El Tucumano", ya vas a ver, te va a encantar... Explicó el muchacho.
Pués bien, ella se produjo como para ir a una gran velada y él también hizo lo propio. Se entreveraron en algunas copas y comieron del infiernillo a gusto y sin medidas. - Mozo, no mezquine el chimi!!!. Gritó Cipriano desde su mesa. - Ay, Cipri, te parece? No te va a caer mal. Consultó la pecosa. En fin, que chinchu, que costillita, que morci, que chori, se fueron comiendo uno a uno los distintos cortes que el mozo les traía. Sin embargo el consumo incesante de Cerveza, sumado al abundante chimi que Cipriano vertía en sus pedazos fueron generando una erupción estomacal que no tardó en manifestarse...
bbbbrrrrrrrppppppp... Soltó Nuestro querido amigo, al bajar la copa de cerveza.
El estruendo del eructo resonó en todo el restaurante y Cipri no pudo contener la vergüenza y su cara enrojeció de inmediato... -Ay, Lupi, disculpame! Se me escapó!. Intentó exculparse Cipriano. Los ojos de los comensales estaban apuntando hacia la mesa de la pareja y ella se sintió fastidiada. -Pero que asqueroso!!!. Dijo Lupita parándose de la mesa indignada...
Comenzaron las risas entre dientes de los comensales y Cipriano no sabía qué hacer con la situación. Un mozo se le acercó de inmediato y le soltó:

"EL QUE ERUCTA EN LA PRIMERA CITA, DE SEGURO NO LA PONE!"

Pd: Sería un orgullo que fuera nick!

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bueno Gordo, muy bueno, que sigan y espero poder tener la oportunidad de participar con uno algún día
Ing. Vergatiesa

Fabito dijo...

Ni modo que puede!!!!! De hecho es una vuelta a los cimientos de la escritura... Así que aquí lo espero!!!

Fabito dijo...

Muy bien hijo,este cacho de cultura Que dira la Fer.